«La clave para volver al equilibrio es encontrar la congruencia entre lo que siento, lo que pienso y lo que hago. Aprender a gestionar nuestras emociones, pensamientos, sensaciones es nuestra asignatura pendiente«.
– Laura Hernández

Vivimos en un entorno en el que cada vez hay más estímulos e información, pero tenemos un profundo desconocimiento de nosotros mismos. A menudo, nos sentimos desorientados y profundamente solos porque hemos dedicado gran parte de nuestro tiempo a cultivar el intelecto, a trabajar desenfrenadamente para poder posicionarnos en una sociedad donde prima la competitividad, el status, la opinión que los otros tienen de nosotros, donde «tener» está por encima de «ser». Y, por tanto, nos hemos olvidado de quiénes somos, qué sentimos y qué queremos.

La consecuencia de estar tan separados de nosotros mismos es el malestar, la enfermedad, la crisis. Pero no debemos olvidar que un momento de crisis es un momento de oportunidad de cambio, de crecimiento, de darnos cuenta de todo aquello que no está funcionando en nuestro cuerpo, en nuestra mente.

«La persona que ofrece más esperanzas en el loco mundo de hoy, el cual podría terminar arrasado, es aquella que utiliza la plenitud de su conciencia, es decir, la que conoce mejor que nadie lo que sucede en su interior»

– Carl Rogers  

La terapia, tanto individual como grupal, puede ayudarnos a descubrir recursos “olvidados o nunca aprendidos” que nos conecten con nosotros mismos, aceptando tanto lo que nos gusta como lo que no y desarrollando la conciencia que nos permite reconciliarnos con lo que sucede en nuestro interior para así encontrar el bienestar que nos permita desarrollar una vida plena.

La ansiedad, malestar, falta de ilusión, soledad, inactividad, bloqueos corporales, rabia, sentimiento de ineficiencia, frustración, depresión… en definitiva, todo aquello que nos hace sufrir, no son más que señales que nos da nuestro cuerpo y nuestra mente de que hay algo en nuestra vida que debe cambiar.

Estaría encantada compañarte y  ayudarte a que te reencuentres contigo mismo y puedas conectarte con las ganas de vivir una vida plena.